El psicólogo Jonathan Haidt explicó recientemente cómo la tecnología reemplaza con vacío tantas partes importantes del desarrollo durante la infancia.
“El cerebro alcanza el 90% de su tamaño completo a los 6 años, así que no se trata de crecimiento más allá de eso. Se trata en realidad de podar las neuronas que no se usan y de enfatizar y, en última instancia, mielinizar o, por así decirlo, aislar los circuitos que sí se usan; por lo tanto, el juego debe ocurrir durante un largo período de tiempo”, Haidt dijo a Jordan B. Peterson al explicar por qué reemplazar el juego con tecnología es tan perjudicial.
“Lo que está pasando ahora es que estás solo. Claro, estás conectado a 200 personas, pero es muy superficial. No te ríes con nadie, y todos son reemplazables”, añadió Haidt. “¿Alguna vez leíste un libro cuando eras niño? Elimina el 50 o 70% de eso. ¿Alguna vez tuviste un pasatiempo? Elimina casi todos. No hay tiempo para libros; no hay tiempo para pasatiempos. La cantidad de cosas que te llegan a las que tienes que responder y conocer supera lo que cualquiera puede hacer en un día. Así que una vez que le das a tu hijo un smartphone y Instagram o TikTok o Snapchat, eso es como el fin de lo que podríamos haber considerado una infancia normal”.
“Ahora, va a ser esta infancia basada en el teléfono, y la infancia basada en el teléfono bloquea casi todo lo demás, no del todo, quiero decir, los niños seguirán riendo con otra persona, pero va a reducir casi todo, incluido el sueño”, continuó el autor de The Anxious Generation. “Así que, ya sabes, tengo algunos críticos que dicen: ‘Oh, no hay pruebas de que esto sea perjudicial, es solo una correlación’. Quiero decir, imagina una tecnología que llega, reduce tu sueño, reduce tu tiempo con la gente, reduce tu tiempo en la naturaleza, reduce tu capacidad para leer libros. Quiero decir, por supuesto que está teniendo efectos perjudiciales”.
Por esta razón, el año pasado, Haidt y otros investigadores —incluido el Cirujano General de EE. UU.— concluyeron que la tecnología es irrefutablemente perjudicial para el desarrollo de un niño, particularmente cuando se les da acceso a las redes sociales. Durante ese tiempo, Haidt explicó cómo numerosos estudios han mostrado un fuerte declive en la salud mental tras la introducción generalizada de las redes sociales y los smartphones entre los jóvenes.
Mientras que muchos legisladores han respondido desde entonces a estas conclusiones de expertos, trabajando para hacer que las redes sociales sean menos adictivas y prohibir los smartphones en las escuelas para dar a los niños un descanso de ellos, Haidt anima a los padres a unirse y proteger a sus hijos de esa manera.
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“Nadie quiere que su hijo sea el único. Nadie quiere que su hijo esté solo”, dijo. “Si [los padres] se coordinan con los padres de los amigos de sus hijos, todos pueden escapar del problema de acción colectiva. Todo lo que se necesita son tres o cuatro familias más”.
A medida que los padres continúan navegando cuánto acceso a la tecnología permiten a sus hijos, es útil tener expertos como Haidt que proporcionen límites claros y animen a los padres a actuar ahora, en lugar de esperar un cambio a nivel gubernamental.
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