Cada vez más gente no puede vivir sin su smartphone, pero ¿es práctico para ellos dejar la tecnología, o hay otra solución para vencer la adicción?
“Gran parte de nuestras vidas ocurre en nuestros dispositivos, por lo que es muy difícil decir que cualquier número de horas determinado sea ‘bueno’ o malo”, dijo Jacqueline Nesi, profesora asistente de psiquiatría y comportamiento humano en la Universidad de Brown. “Diferentes personas tienen diferentes reacciones a los smartphones. También depende de lo que esté sucediendo en el dispositivo, por lo que es difícil dar números específicos”.
Un método cada vez más popular para abordar el problema de la adicción a la tecnología es degradar a un “teléfono tonto” (dumb phone) que ofrece a los usuarios las funciones básicas de un teléfono, como llamar y enviar mensajes de texto, sin otras características como juegos, aplicaciones o navegación por Internet.
“Usas [el Light Phone] cuando lo necesitas, y cuando lo guardas, desaparece de tu vida”, explicó Kaiwei Tang, CEO de Light, una startup que crea una alternativa al iPhone. “Muchos clientes nos dicen que se sienten menos estresados; se vuelven más productivos; se vuelven más creativos”.
Para muchos, sin embargo, estos teléfonos alternativos no son opciones viables, ya que la mayor parte del mundo sigue usando smartphones y espera que los demás hagan lo mismo.
“Un adulto promedio no puede abstenerse del uso de pantallas en el mundo moderno y aun así experimentar éxito académico y profesional”, dijo Cori Stott, directora ejecutiva del Digital Wellness Lab en el Boston Children’s Hospital. “Lo consideramos más como un trastorno por atracón, donde la solución se encuentra en abordar los desafíos de salud mental subyacentes al uso excesivo y en construir habilidades y hábitos de autorregulación”.
Para adoptar este enfoque en la resolución del problema, otros están recurriendo a herramientas que les ayudan a limitar su tiempo de pantalla. Para algunos, es tan fácil como desactivar las notificaciones y crear mejores hábitos de guardar sus teléfonos durante el tiempo libre, pero para otros, se necesitan tácticas más agresivas.
Una de esas opciones es el Brick, un dispositivo que elimina la capacidad de un smartphone para acceder a las aplicaciones elegidas, mientras mantiene las demás en línea.
“Usamos [los teléfonos] para pedir un viaje, documentar nuestros días con fotos y notas, obtener direcciones y un sinfín de otras cosas que realmente mejoran nuestras vidas diarias. Al renunciar a nuestros smartphones, nos veríamos obligados a renunciar a estos lujos que tanto damos por sentados”, explicaron los cofundadores de Brick, TJ Driver y Zach Nasgowitz.
“Frente a este problema, decidimos construir nuestra propia solución: Brick”, continuaron. “Ahora puedes decidir qué herramientas deseas mantener contigo y luego tocar tu Brick para deshacerte del resto por un tiempo. Debido a que es un dispositivo físico, no tendrás la tentación de usar las distracciones hasta que regreses al Brick (ya sea que eso signifique al otro lado de la habitación o al otro lado de la ciudad)”.
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Cualquiera que sea la solución, casi todos los estadounidenses se beneficiarían de menos tiempo de pantalla. A medida que más niños y adultos trabajan para romper sus adicciones a la tecnología, con suerte podremos llegar a un punto como sociedad en el que no dependamos tanto de la tecnología como lo hacemos ahora.
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