Tim Tebow compartió sus pensamientos sobre cómo los cristianos deben abordar las oraciones en las que le piden a Dios éxito en cualquier área de la vida.
“No lo desanimaría porque realmente creo que Dios no quiere que tengamos oraciones ensayadas. Ahora puede haber oraciones realmente buenas. Pero siento que Dios quiere nuestro corazón. Y sí creo que está bien decirle a Dios: ‘Dios, realmente quiero ganar este partido. Realmente quiero hacer esto. Realmente quiero…’ Pero luego pienso, es aún más importante decir: ‘Pero si no sucede, todavía quiero confiar más en Ti’”, dijo Tebow.
“‘Y no quiero poner mi fe en este partido o en esto o en esta oficina de la esquina o en este trabajo o en este podcast o lo que sea. Quiero ponerla en Ti'”, continuó. “Y así, no desanimo a la gente de compartir su corazón. De hecho, creo que si miramos las Escrituras y la vida de David, hombre, él simplemente derramó su corazón una y otra vez a Dios en alabanza, y temor, y duda, y lo desconocido, y de muchas maneras, pero luego miras cómo lo resumiría también, y él volvería a decir: ‘pero todavía voy a confiar en Ti’.”
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Vemos ejemplos de Jesús haciendo esto en la Biblia también, donde compartió su corazón con el Señor pero dejó claro que Su voluntad se haría.
“Yendo un poco más allá, [Jesús] se postró sobre su rostro, orando, ‘Padre mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú’”, dice Jesús en Mateo 26:39, orando para que la carga de la crucifixión pasara de Él.
Más que nada, el Señor quiere que seamos honestos con Él y compartamos todo lo que es importante para nosotros. Al mismo tiempo, los cristianos están llamados en última instancia a confiar en Dios con todo en sus vidas y a creer que Él usa todas las cosas para nuestro bien.
“Creo que cuando pensamos en la oración, no es solo que oremos por cosas porque esperamos que Dios responda nuestras oraciones”, explicó previamente Tebow. “Creo que deberíamos orar y pedirle a Dios las cosas que están en nuestro corazón porque creo que Dios quiere que seamos abiertos y compartamos con Él nuestros corazones y el deseo de nuestros corazones. Pero esa aún no es la razón por la que debemos orar. La razón por la que debemos orar es porque cuando oramos, nos conectamos con la fuente de vida”.
“Creo que es importante que compartamos nuestro corazón con nuestro Creador, y lo hacemos, y creo que Él quiere que lo hagamos”, agregó Tebow. “Pero el impacto no es si Dios responde esa oración. El impacto es que podemos conectarnos con Él. Y no puedes estar conectado a Él y no sentirlo.”
Así, no está mal que los cristianos oren por su éxito o pidan el favor de Dios, pero en última instancia, necesitamos entender y creer que lo que sea que suceda es la voluntad de Dios y es para nuestro bien.
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