Ella entregó su vida a Cristo. Él lo cambió todo.
Colaborador de Movieguide®
Oneka McClellan, autora de “Born Royal: Overcoming Insecurity to Become the Woman God Says You Are”, está compartiendo todo sobre cómo llegó a Cristo y encontró su vocación.
“Fui criada por una madre soltera, crecí creyendo en Dios y teniendo un temor reverencial saludable hacia Dios, pero no crecí conociendo mi identidad en Cristo”, explicó McClellan en un episodio reciente del podcast “WHOA That’s Good” de Sadie Robertson Huff.
“No crecí sabiendo que Dios tenía un plan para mi vida. No crecí sabiendo que no debería conformarme en mis relaciones”, explicó. “No sabía que mi cuerpo era un templo y que Dios tenía algo tan especial reservado para mí”.
Cuando fue a la universidad, conoció a una compañera de trabajo que compartió a Cristo con ella. A menudo invitaba a McClellan a asistir a la iglesia con ella, pero siempre cancelaba.
“Me intrigaba que alguien tan divertida, tan fresca, tan llena de vida, pudiera vivir una vida entregada, y como ya la admiraba y había escuchado su historia, me hizo querer saber qué haría que alguien quisiera vivir de esa manera”, explicó.
“Finalmente, un domingo dije: ‘Voy a ir’. Así que fui a la iglesia con ella. El pastor dio el mensaje, y todo el tiempo me sentí como en casa en esa sala, y nadie me juzgó. Nadie me hizo sentir que sabían lo loca que soy”, recordó.
Se sintió amada “incondicionalmente”, y cuando el pastor preguntó si alguien quería iniciar una relación con Jesús, su mano se levantó.
“Tuve uno de esos… momentos en los que como que las escamas se cayeron de mis ojos”, dijo, haciendo referencia a Hechos 9:18, “y en ese momento sentí verdadera libertad. En ese momento sentí este amor abrumador de mi Padre Celestial, y desde ese momento, fue uno de esos momentos en los que literalmente dejé mi vida antigua y tomé esta nueva vida”.
Después de eso, se dio cuenta de que necesitaba poner fin a su estilo de vida. Ya no fue a más fiestas y rompió con su novio, pero fue difícil.
“Se sentía como si estuviera cambiando esta enorme pila de fichas – como que no me gusta jugar póker o apostar – pero solo imagino esta gran pila de fichas y las estaba cambiando todas”, explicó. “Pero lo que no me di cuenta del otro lado de esto era esta libertad y esta vida abundante y esta paz y esta integridad y esta pureza, así que dejé esa relación. Rompí con ese chico”.
“Empecé a aprender las cosas con las que ahora puedo equipar a otras chicas, como que tu c
- Content: +4Share:
- Content: +1