Varios jugadores de los Baltimore Ravens salieron de sus vidas futbolísticas para servir a su comunidad.
El quarterback Lamar Jackson, el running back Derrick Henry, el wide receiver Zay Flowers y más “sirvieron a los estudiantes hoy lavándoles los pies y proveyéndoles zapatos nuevos”.
“Estos actos de servicio, liderados por nuestro capellán del equipo, representan la importancia de la humildad y el servicio a los demás”, los Ravens compartieron en Instagram.
El capellán del equipo, Johnny Shelton, compartió en su historia de Instagram la publicación sobre sus jugadores sirviendo a esos estudiantes.
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“¡Siempre ha habido algo tan especial en la organización de los Ravens! Qué manera tan increíble de servir a la comunidad”, escribió el capellán.
Los Ravens están constantemente tratando de servir a su comunidad. Este año, Henry fue nombrado ganador del club de los Ravens para el Walter Payton NFL Man of the Year Award.
El premio es “el honor más prestigioso de la liga, que reconoce a los jugadores que sobresalen en el campo y demuestran un compromiso para generar un impacto positivo más allá del juego”, los Baltimore Ravens informaron.
En el campo, Henry es un “multi-time All-Pro, five-time Pro Bowler y 2020 AP Offensive Player of the Year. Henry es el líder activo de la NFL en yardas terrestres (12,354) y touchdowns terrestres (116), ocupando el quinto lugar de todos los tiempos en TDs y el 11º en yardas. Es uno de los únicos ocho jugadores en la historia de la liga en superar las 12,000 yardas terrestres y los 100 TDs terrestres”.
Sin embargo, fuera del campo Henry ha tenido un impacto aún mayor. A partir de 2016, “ha organizado eventos anuales de regreso a clases y festivos en su ciudad natal de Yulee, Fla., donando útiles, bicicletas y juguetes a cientos de niños. Lanzó el Two All Carnival en 2024 y, como nominado dos veces al Walter Payton Man of the Year en Tennessee, apoyó a la juventud a través de Boys & Girls Clubs, campañas de regreso a clases y donaciones de zapatos, equipo y boletos. Henry ha contribuido con más de $22,500 a programas como H.O.P.E. y Blessings in a Backpack, proporcionó casi $100,000 en ayuda para el COVID-19 y donó a los esfuerzos de recuperación de desastres a nivel mundial. Su generosidad se extiende a las familias en crisis, cubriendo el alquiler, reemplazando muebles y ofreciendo asistencia financiera directa”.
El año pasado, el linebacker Roquan Smith ganó el premio.
Su fundación se estableció el año pasado “con la misión de fortalecer a las familias brindando programas y servicios enfocados en la crianza, la formación profesional, la salud conductual y la educación financiera”.
“Si me voy de aquí solo conocido por ser un muy buen linebacker, me he quedado corto, he dejado corta a la organización”, Smith compartió. “Es mi privilegio, es mi honor salir y hacer todo el buen trabajo que pueda en la comunidad. Eso es lo que realmente me importa”.
Los Ravens salieron de su zona de confort esta semana y sirvieron a los estudiantes de su comunidad lavándoles los pies y dándoles zapatos nuevos. Los Ravens están entrando en su comunidad y siendo las manos y los pies de Jesús.
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