La serie de Netflix sobre los hermanos Menéndez fabrica mentiras ‘ruinosas’
Por Colaborador de Movieguide®
MONSTERS: THE LYLE AND ERIK MENENDEZ STORY de Netflix está recibiendo críticas, ya que muchos señalan que los elementos más escandalosos de la serie fueron fabricados por los showrunners.
Aunque la serie está llena de contenido impactante, lo que más molesta a los espectadores y expertos es la insinuación de que existía una relación incestuosa entre los hermanos. Varias escenas aluden a una relación romántica que múltiples fuentes afirman que es completamente falsa.
“No creo que Erik y Lyle Menendez fueran amantes. Creo que es una fantasía que estaba en la mente de Dominick Dunne [el reportero interpretado en la serie por Nathan Lane]”, dijo a The Hollywood Reporter Robert Rand, quien cubrió extensamente el juicio en su momento y escribió el libro definitivo sobre el caso, The Menendez Murders.
Continuó: “Circulaban rumores durante el juicio de que tal vez había algún tipo de relación extraña entre Erik y Lyle. Pero creo que el único contacto físico que podrían haber tenido es lo que Lyle testificó, que cuando Lyle tenía 8 años, llevó a Erik al bosque y jugó con él con un cepillo de dientes, que es lo que [su padre] José había hecho con él. Y ciertamente no llamaría a eso una relación sexual de ningún tipo. Es una respuesta al trauma”.
Erik Menendez también se ha pronunciado en contra de la representación de él y su hermano en MONSTERS.
“Creía que habíamos superado las mentiras y las representaciones ruinosas del carácter de Lyle, creando una caricatura de Lyle basada en horribles y flagrantes mentiras rampantes en el programa”, dijo en una declaración publicada por su esposa Tammi. “Solo puedo creer que se hicieron a propósito. Es con gran pesar que digo que creo que Ryan Murphy no puede ser tan ingenuo e inexacto sobre los hechos de nuestras vidas como para hacer esto sin mala intención”.
Menendez continuó: “Es triste para mí saber que la representación deshonesta de Netflix de las tragedias que rodean nuestro crimen ha retrocedido varios pasos las dolorosas verdades, volviendo a una época en la que la fiscalía construyó una narrativa basada en un sistema de creencias de que los hombres no eran abusados sexualmente, y que los hombres experimentaban el trauma de la violación de
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