A estas alturas, la mayoría de la gente sabe que cuanto más joven recibe una persona un teléfono inteligente propio, más negativo es el impacto en su salud mental, pero la ciencia ahora tiene respuestas sobre la edad en que los efectos negativos comienzan a disminuir.
“Nuestros datos indicaron que la posesión temprana de teléfonos inteligentes [menores de 13 años] — y el acceso a las redes sociales que a menudo conlleva — está vinculada con un cambio profundo en la salud mental y el bienestar en la edad adulta temprana”, dijo la autora principal del estudio, Tara Thiagarajan, neurocientífica de Sapien Labs.
El estudio identificó los 13 años como la edad más temprana en que una persona podría comenzar a tener acceso a teléfonos inteligentes y redes sociales y no enfrentar daños devastadores en su bienestar mental en el futuro. Los jóvenes adultos que tuvieron acceso por primera vez a un teléfono inteligente a los 13 años obtuvieron una puntuación promedio de 30 en el Mind Health Quotient, una evaluación global del bienestar social, emocional y cognitivo, mientras que aquellos que recibieron un teléfono inteligente a los 5 años tuvieron una puntuación promedio de 1.
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“Esto exige acciones urgentes que limiten el acceso de los niños menores de 13 años a los teléfonos inteligentes, así como una regulación más matizada sobre el entorno digital al que están expuestos los jóvenes”, Thiagarajan dijo.
La reducción significativa en el bienestar mental está relacionada con el uso de teléfonos inteligentes, lo que lleva a mayores tasas de comparación, ciberacoso, reducción del sueño y relaciones familiares tensas.
“Cuanto más joven recibe un niño un teléfono inteligente, mayor es la exposición a todo esto, lo que les afecta psicológicamente y moldea la forma en que piensan y ven el mundo…”, Thiagarajan dijo a ABC News. “Idealmente, los niños no deberían tener un teléfono inteligente hasta los 14 años, y cuando lo obtengan, los padres deberían tomarse el tiempo para discutir con sus hijos cómo interactuar en internet y explicar las consecuencias de hacer varias cosas”.
Este estudio brinda más apoyo al llamado del Surgeon General en junio de 2024 para colocar una advertencia del Surgeon General en las redes sociales. Su declaración pedía una advertencia que notifique a los usuarios sobre el impacto negativo científicamente comprobado que las redes sociales tienen en la salud mental de los jóvenes usuarios.
Además, este estudio también ayuda a proporcionar un razonamiento claro para posibles futuras leyes que podrían prohibir a los usuarios jóvenes el acceso a las redes sociales o a los teléfonos inteligentes en general, de manera similar a las restricciones de edad para cigarrillos, alcohol o juegos de azar. Muchos sitios de redes sociales ya requieren que sus usuarios sean mayores de 13 años en sus pautas de usuario, pero hacen muy poco para hacer cumplir esta regla, a menos que se rompa de manera flagrante.
Los padres han luchado durante mucho tiempo para saber a qué edad dar a sus hijos un teléfono o una cuenta de redes sociales, y este estudio finalmente proporciona orientación científica sobre cuándo es relativamente seguro abrir este mundo a los niños.
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