La hija de Alexa y Carlos PenaVega, Indy, nació sin vida el año pasado, y decírselo a sus otros hijos fue doloroso.
“Es difícil”, dijo Alexa, quien es madre de Ocean, de 8 años, Kingston, de 5, Rio, de 3, e Indy, a PEOPLE. “Creo que solo siendo muy honesta y abierta con ellos de que esto apestó. Es difícil. La parte más difícil, honestamente, fue volver a casa del hospital, y Ocean estaba en la puerta principal esperándome, sin tener ni idea de lo que había pasado.”
“Él ve mi vientre y dice: ‘Tienes al bebé. ¿Dónde está el bebé? Tu vientre está pequeño'”, recordó Alexa.
“Porque no le dijimos que iba a [tener] un bebé ni nada. Y eso fue lo más difícil porque todavía estaba lidiando con lo que había pasado”, continuó.
Los PenaVega no estaban preparados para darles la noticia a sus hijos justo después de que entraran por la puerta.
“Incluso pensándolo ahora, me duele el corazón al pensar en él porque estaba tan ilusionado con otro bebé”, dijo PenaVega. “Pero ahora, algo que realmente creo que es muy especial que incluso tengo es que pienso en el cielo todos los días. Así que vives la vida de manera diferente.”
“Sí, fue desgarrador y fue realmente difícil para nuestra familia atravesar esa temporada, pero también fue un regalo porque todos vivimos de una manera muy diferente a como lo hacíamos”, continuó.
Alexa compartió una foto de Indy por primera vez en el cumpleaños de Indy, el 13 de abril. En la foto, todos sus hijos están mirando una foto física de Indy, acostada en una cama de hospital.
“Feliz cumpleaños celestial, pequeña Indy. 🤍Nuestra pequeña que cambió el mundo. Psalm 34:18”, escribió en la publicación.
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PenaVega dice que todavía le encantaría tener otro hijo.
“Todavía estoy permitiendo que mi cuerpo sane solo porque quiero saber, ¿qué pasó? Tengo un montón de preguntas, pero también elegimos no hacer una autopsia”, dijo Alexa. “Para mí, personalmente, sentí que si tuviera a alguien a quien culpar, ya fuera un médico o un hospital o lo que sea, no sé si podría vivir señalando con el dedo a alguien.”
“Estaba fuera del control de todos en ese momento. No puedo rebobinarlo. Así que o sigo adelante o vivo en este lugar para siempre, y quería seguir adelante”, explicó.
“Pero en eso, tengo algunas preguntas para poner mi cuerpo en orden. Y tan pronto como eso suceda, me encantaría tener más bebés”, dijo. “Simplemente amo a los niños.”
Alexa compartió a principios de este año que sintieron la paz milagrosa de Dios cuando Indy murió.
“Todo estaba fuera de nuestro control. Tuvimos que entregarlo todo a Dios”, dijo. “La carga era demasiado pesada para nosotros, así que Él nos quitó el peso y nos cubrió con Su paz. Durante este último año hemos visto VIDA salir de su vida.”
Los PenaVega esperan con ansias ver a Indy en el cielo.
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