Henry Winkler ha pasado más de 50 años en la industria del entretenimiento, pero finalmente siente que sabe lo que está haciendo.
Winkler reveló por qué cree que finalmente ha logrado unir todas las piezas a pesar de tanto tiempo en la industria del entretenimiento y también compartió un mal hábito de actuación que, según él, perjudicó su carrera.
“Hay algunos proyectos que me gustaría volver a tomar y hacerlos de nuevo, porque estaba tan despistado”, Winkler dijo a Women’s World. “Cuando hice BARRY, tenía 72 años. Cuando hice el Fonz [de HAPPY DAYS], tenía 27. Sabía lo que quería a los 27: Me tomó hasta los 72 para lograrlo”.
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“Era forzado”, explicó. “Si tenía que hacer una escena con alguien que era una estrella, pensaba para mí, ‘Estoy en una escena con una estrella’, en lugar de simplemente estar en la escena. ¡Oh, tenía tantos malos hábitos! Me tomó mucho tiempo finalmente salir de mi propio camino, y cuando lo haces, es como el Nirvana. Lo sabes en cada fibra de tu ser. Es asombroso”.
Aunque su tendencia a considerar a los demás como estrellas sin darse cuenta de que él mismo era una gran estrella perjudicó su capacidad de actuación, a la larga pudo haber sido un rasgo positivo, ya que le ayudó a mantenerse humilde y a tratar bien a quienes le rodeaban. De hecho, está especialmente centrado en ayudar a los demás a sentirse cómodos en el set debido a una experiencia que tuvo como joven actor y que todavía le acompaña.
“La primera vez, cuando vine de Nueva York a Hollywood, el primer trabajo que tuve, tenía cuatro líneas en THE MARY TYLER MOORE SHOW, que era el FRIENDS de su época”, Winkler dijo a Fox News Digital en 2020. “Dijeron: ‘Almuerzo’, y todas estas grandes estrellas, todos se fueron a almorzar, y yo simplemente estaba en medio del set de sonido y no tenía idea de adónde ir, nadie me lo había dicho. Me sentí realmente solo”.
“Juró que nunca más dejaría que nadie en un set en el que estuviera se sintiera así”, continuó. “No importa qué programa haga, si hay un invitado, tomo a ese invitado, hombre o mujer, de la mano y les muestro dónde pueden hacer cualquier cosa durante el día”.
Winkler también se ha apoyado en su fuerte fe judía para mantenerse arraigado y humilde a pesar de ser un rostro reconocible en Hollywood. A lo largo de su carrera, incluso se ha preguntado si está siguiendo el plan de Dios o desperdiciando sus talentos al ser actor.
“Ocasionalmente yo también me preguntaba: ¿Estaba haciendo algún bien interpretando al personaje de Fonzie? Fui criado en la fe judía y todavía sentía una paz y cercanía real con Dios cuando adoraba en una sinagoga”, explicó. “¿Estaba haciendo lo que realmente estaba destinado a hacer? ¿Estaba usando mis talentos dados por Dios de la mejor manera posible?”
Winkler ahora está seguro de que estaba siguiendo el plan de Dios, ya que usa su fama –y el dinero que ha venido con ella– para recaudar millones para obras de caridad y ayudar a los menos afortunados a tener acceso a mejores recursos. Alabado sea el Señor por el buen trabajo de Winkler y la larga carrera en Hollywood que ha utilizado en beneficio de los demás.
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