Jackson Olson, jugador de los Savannah Bananas, podría haberse unido a la MLB, pero decidió terminar su carrera de béisbol universitario, una decisión que cambió su vida de maneras que nunca hubiera imaginado.
Rechazó una oferta de los Arizona Diamondbacks para completar su título, pero cuando la pandemia de COVID-19 golpeó y redujo drásticamente el draft de la MLB, los sueños de Olson fueron “aplastados”.
Pero comenzó a crear contenido para TikTok, lo que finalmente le otorgó una posición como creador de contenido de la MLB y luego una llamada telefónica del propietario de los Savannah Bananas, Jesse Cole.
“[Cole] se acercó a mí y me dijo: ‘Oye, ven, juega seis partidos con nosotros. Veamos cómo te va’. Y ahora estoy aquí”, dijo a PEOPLE en una entrevista reciente, señalando que “el resto es historia”.
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Olson no podría estar más agradecido por su posición como jugador de cuadro con los Bananas, aunque es bastante diferente de la MLB — “un circo estalla en medio”, explicó.
“El entretenimiento es obviamente muy importante y nos hizo quienes somos”, dijo Olson en la entrevista. “Pero son las jugadas de engaño y los jonrones y los hits lo que la gente ahora viene a ver”.
Se inspira mucho en su padre, Dan, quien lo entrenó cuando era niño.
“Me probé en el campo, pero también sabiendo que mi papá trataba a cada niño, sin importar qué, sin importar de dónde vinieran, su origen, lo buenos que fueran en el béisbol — [a él] no le importaba”, recordó Olson. “Siempre se aseguró de hacerlos sentir amados y de hacerlos sentir que tenían un lugar en nuestro equipo”.
“Estamos realmente orgullosos de Jackson, y mucho de ello fue cuestión de tiempo, pero más aún, fue realmente su habilidad, su capacidad y simplemente hacer esa conexión”, dijo Laura, la mamá de Jackson, a PEOPLE. “Y él es tan genuino. Y eso es lo único de lo que estoy especialmente orgullosa es que se ha mantenido fiel a sí mismo”.
Durante el verano, Jackson y los Bananas jugaron ante una multitud agotada en Fenway Park, uno de los estadios de béisbol más históricos de la MLB, y compartió un momento nostálgico mientras él y su padre jugaban a la pelota. Su padre llamó a ese momento “El sueño de cualquier niño”.
La historia de Olson es un maravilloso recordatorio de que, a pesar de nuestros sueños y aspiraciones, Dios podría tener algo completamente diferente en mente que será aún mejor de lo que podríamos imaginar.
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