Parece que la fe será el foco para los jugadores de fútbol americano de Ohio State de nuevo este año.
Los jugadores Kamryn Babb, Caleb Downs, Sonny Styles, Ethan Onianwa, Carson Hinzman, Luke Montgomery y Gee Scott acaban de organizar su segundo evento anual Fall Kickoff: An Invitation to Jesus mientras vestían camisetas que decían “Jesus Won”.
“Creo que sabemos que de ahí viene nuestra fuerza. Creo que sabemos que humanamente nuestro poder no es suficiente, nuestra gloria que creemos tener no es suficiente”, dijo Downs a la multitud, según ABC 6.
“Ninguna jugada que hagamos en el campo —ningún touchdown, ninguna intercepción— se puede comparar con el Reino de Dios”, añadió. “Dios es bueno. Quiero decir, no puedo atribuirme el mérito. Ninguno de mis compañeros de equipo puede atribuirse el mérito. Al final del día, Su gloria está por encima de todo lo que podamos hacer, pero sabemos que Jesús es real y sabemos que si crees en Él, serás salvo.”
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Quienes asistieron al evento expresaron su gratitud por el impacto de los jugadores en el campus.
“Verlos [a los jugadores] a 100 pies de distancia en una plataforma justo frente a mí, sin mascarilla, sin casco, simplemente hablando del Señor… que vengan aquí y simplemente digan ‘yo también soy un tipo que adora al Señor y lo ama’… la unidad en el campus que hemos visto entre todas las diferentes iglesias y todos los diferentes ministerios y todos los diferentes creyentes y no creyentes… es realmente genial”, dijo el estudiante Alex Herrmann.
Otro estudiante, Lucas Torres, añadió: “Juegan en nuestro equipo de fútbol americano D1, y es tan dulce que estén usando eso y dándoselo al Señor. Así que, en primer lugar, realmente admiro eso y lo que están haciendo.”
Al comienzo de la temporada pasada, el equipo puso a Dios primero ya que muchos de los jugadores vistieron camisetas con mensajes de fe en el campamento de entrenamiento de otoño.
Esa tendencia continuó durante el resto de la temporada, culminando en la victoria del campeonato nacional del equipo, donde los jugadores señalaron a Cristo e incluso incluyeron imágenes cristianas en sus anillos de campeonato.
“Creo que a veces en la cultura, el cristianismo es percibido como una religión débil o fácil de manipular, pero espero que a través de eventos como este, se demuestre que el cristianismo y la excelencia en realidad van de la mano, y el cristianismo y el éxito y el simple hecho de esforzarse por la grandeza, incluso en un sentido mundano, van de la mano, porque el Señor nos llama a hacer cosas difíciles y grandes”, explicó Torres.
Los Buckeyes actualmente tienen un récord de 2-0 en el campo, pero ese récord no significa nada comparado con la capacidad que les da para compartir el evangelio.
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