Perderlo todo cambió la vida del coach de negocios David Meltzer.
Recientemente se sinceró con Relevant Magazine sobre cómo aprendió que hay muchas más cosas importantes en el mundo que el dinero.
“Definí el éxito por la cantidad de dinero que ganaba”, dijo al medio. “Si mi cuenta bancaria subía cien dólares, tenía éxito. Si bajaba cien dólares, no tenía éxito.”
Meltzer se convirtió en multimillonario a sus 30 años gracias a su trabajo en el negocio deportivo con celebridades. A pesar de llevar un estilo de vida lujoso, era profundamente infeliz.
“Estaba ganando millones y millones, y cada vez era menos feliz”, dijo, admitiendo: “Uní mis emociones a los resultados. Pensé, seré feliz cuando gane mi primer millón… diez millones… veinte millones. Pero nada de eso me hizo feliz.”
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Cuando Meltzer lo perdió todo, tuvo una llamada de atención. El dinero no se trataba de su felicidad, sino de ayudar a los demás.
“Todavía estoy aquí para ganar mucho dinero, pero con el fin de ayudar a la gente y divertirme mientras lo hago”, dijo. “Se necesita dinero para tener un gran impacto. No puedo dar lo que no tengo. Si quiero limpiar el plástico de los océanos o dar mil becas a estudiantes, eso no es gratis.”
Ahora no es en la riqueza donde Meltzer encuentra su identidad, sino en su relación con Dios.
“La fe para mí lo es todo. Es fe en un Dios que me ama, me protege, me promueve y me perfecciona”, dijo. “Cada problema y cada lucha en mi vida ya tiene la solución. Es solo una cuestión de tiempo antes de que se convierta en una resolución.”
Hoy, Meltzer entiende la importancia de ser un buen administrador de lo que tiene: “Nuestra experiencia humana está enmarcada por dos cosas. Tu corazón comienza y tu corazón se detiene. Todo lo que está en medio es administración.”
1 Pedro 4:8-10 dice: “Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados. Ofrézcanse hospitalidad unos a otros sin quejarse. Cada uno de ustedes debe usar el don que haya recibido para servir a los demás, como fieles administradores de la gracia de Dios en sus diversas formas.”
Meltzer anima con frecuencia a la gente a estar agradecida por lo que tiene.
En una publicación reciente de Instagram, dijo: “La gratitud comienza con las cosas pequeñas. Los momentos que solemos pasar por alto son los que nos preparan para todo lo grande que está por venir. Cuando aprecias las victorias sencillas y las lecciones que las acompañan, creas espacio para que la abundancia crezca.”
Añadió: “Las personas que mejor manejan el éxito son aquellas que ya estaban agradecidas mucho antes de que este llegara.”
Todos podemos dar gracias a Dios por los dones que Él nos ha dado.

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