Investigadores de la Universidad de Copenhague han descubierto por qué mirar pasivamente el teléfono deja una sensación de insatisfacción.
“Nuestros resultados muestran que es especialmente el uso pasivo y solitario de los medios digitales lo que nos insatisface. Por ejemplo, cuando navegamos por las redes sociales sin interactuar, hacemos comprobaciones rápidas de estado o jugamos solos”, dijo Malene Hornstrup Jespersen, Ph.D., del centro de investigación SODAS.
Muchos informan que quieren usar menos sus teléfonos pero no hacen ningún esfuerzo para dejar de usar sus dispositivos.
“El smartphone siempre nos acompaña y se usa para todo, desde el trabajo hasta el entretenimiento y el contacto con los demás. Esto hace que sea difícil reducir su uso, incluso si lo deseamos”, dijo Kristoffer Albris, profesor asociado en SODAS y el Departamento de Antropología.
Las estrategias más comunes para un uso más consciente del teléfono son eliminar aplicaciones o desactivar las notificaciones.
“Esto demuestra que hay una brecha entre lo que queremos cambiar y lo que realmente hacemos. Y quizás no sea solo una cuestión de fuerza de voluntad, sino también de cómo nuestras vidas digitales están tejidas en nuestro día a día”, dijo Helene Willadsen de SODAS.
Una señal de adicción es cuando las personas quieren pasar menos tiempo haciendo algo pero se encuentran incapaces de hacerlo.
El estudio sugiere que el uso digital debería ser más discutido, especialmente las formas de evitarlo pasivamente.
Un estudio en ScienceDirect titulado “Loneliness Unlocked…” encontró que los adultos más solitarios son aquellos que usan sus smartphones durante largos períodos y utilizan las redes sociales más que las aplicaciones de comunicación.
Un empleado de Facebook, Justin Rosenstein, bloqueó ciertas aplicaciones de redes sociales en su teléfono y limitó Facebook después de comprender lo perjudiciales que pueden ser las aplicaciones.
Gracias a los smartphones, Rosenstein dice: “Todo el mundo está distraído. Todo el tiempo.”
“Es muy común”, dijo Rosenstein, “que los humanos desarrollen cosas con las mejores intenciones y que tengan consecuencias negativas e imprevistas”.
Aquellos que han cambiado los smartphones por los “teléfonos básicos” de estilo antiguo rara vez se arrepienten.
“Nunca me aburro ahora”, dijo una ex influencer que cambió su smartphone por un teléfono básico. “Todo es interesante. Leo libros largos.”
“Salgo a dar largos paseos sin auriculares. Cuando tengo que esperar, cuando un autobús se retrasa o un amigo va al baño, simplemente me siento allí. Reviso mis correos electrónicos y demás cuando estoy en mi computadora”, continuó. “He descubierto que cuando internet está fuera de mi alcance, rara vez se me pasa por la cabeza.”
¿Y la mejor parte, dice ella? Tiene más tiempo.
Ella dijo: “‘¿Extrañas tener un smartphone?’ preguntan, y pienso en el punto álgido de mi adicción. ¿Cómo podría extrañar ese tiempo? Apenas estaba allí.”
Nuestra salud mental y el uso de nuestro tiempo ciertamente se beneficiarían si simplemente dejáramos de desplazarnos.
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