El Gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó un proyecto de ley que prohíbe a los estudiantes de K-12 usar sus teléfonos celulares durante el día escolar a partir del 1 de septiembre.
“La aprobación de HB 1481 marca un paso importante hacia la restauración del enfoque y la conexión en nuestras aulas,” dijo la Representante Estatal Caroline Fairly. “Al crear un entorno libre de teléfonos, estamos dando a los maestros las herramientas para enseñar sin interrupciones y a los estudiantes el espacio para aprender, pensar críticamente y relacionarse cara a cara. Este proyecto de ley pone la educación, no el tiempo de pantalla, en el centro de la jornada escolar. Anticipo no solo ver grandes aumentos en los GPA y los resultados de los exámenes, sino también mejoras en la salud mental y el bienestar social.”
Prohibiciones anteriores de teléfonos celulares en otros lugares ya demuestran ser efectivas, ya que los niños se concentran mejor y a los maestros les resulta más fácil hacer su trabajo con menos distracciones en sus aulas.
“Realmente ha cambiado la cultura escolar y la capacidad de nuestros hijos para ser niños,” Carley Spitzer, consejera en la Escuela Secundaria Robert Eagle Staff, que prohibió el uso de teléfonos celulares para el año escolar 2023-24, dijo a Geek Wire. “Hay mucha más alegría y conexión.”
Sin embargo, las prohibiciones de teléfonos celulares no son del todo positivas. Los niños experimentan estrés al aprender a vivir sin la tecnología, y los padres enfrentan frustraciones al no poder contactar a sus hijos cuando quieran.
“Soy la primera persona en decir que los niños no deberían usar teléfonos mientras están en clase, pero necesitan acceso a ellos,” Danielle Hicks, madre de un hijo de 9 años, dijo a The Washington Times el pasado octubre cuando las prohibiciones de teléfonos celulares comenzaron a considerarse a nivel nacional. “Mi hijo a menudo sufre acoso en la escuela, y quiero que tenga un teléfono porque la escuela a menudo no protege a nuestros hijos.”
No obstante, los expertos parecen estar de acuerdo en que, en general, las prohibiciones de teléfonos celulares tendrán más aspectos positivos que negativos para los niños. Además, muchos adultos estadounidenses quieren extender la regulación más allá de las escuelas y prohibir a los niños menores de 16 años el uso de redes sociales. Un estudio de diciembre pasado encontró que el 59% de los adultos estadounidenses apoya dicha ley.
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Mientras tanto, el Cirujano General de EE. UU., Vivek Murthy, pidió que se coloque una advertencia del Cirujano General en las redes sociales, informando a los usuarios de los efectos negativos comprobados que tiene en la salud mental de los cerebros en desarrollo.
En general, a medida que ha quedado más claro lo dañinos que son los teléfonos inteligentes y las redes sociales para los cerebros más jóvenes, es alentador ver a los legisladores realizar cambios rápidos para proteger a la juventud de estos efectos.
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