La banda de adoración Housefires abre un camino en la adoración contemporánea con sus actuaciones crudas y espirituales.
En una entrevista con Relevant Magazine, el cantante Nick Day compartió la naturaleza espontánea y abierta de sus actuaciones: “[Housefires ha] siempre creado espacio para que el Señor haga lo que Él quiera, incluso si significa salirse completamente del guion… Es como una palabra añadida a lo que ya se está diciendo. Es una extensión de la conversación entre Dios y Su pueblo.”
Las actuaciones de Housefires se sienten como un regreso a la adoración real y arraigada: la gente canta unos sobre otros e improvisa a mitad de la canción. Los adoradores aplauden y gritan. Estas grabaciones en vivo invitan a los oyentes a dejar entrar a Dios.
Suena un poco caótico y sin refinar, pero ese es el punto. Housefires no quiere una versión de estudio pulida y perfecta; quiere la comunidad en vivo y los sentimientos auténticos y viscerales que se experimentan en esos momentos de adoración. El cantante Nate Moore compartió que ven la producción como una forma de capturar los momentos íntimos de la grabación. Él dijo: “Nuestro objetivo es hacer que se sienta real e invitador para que los oyentes sientan que están en la sala, experimentando los momentos exactos que nosotros vivimos.”
La crudeza en las grabaciones en vivo de Housefires es un soplo de aire fresco en un momento en que la música tiende a ser sobreproducida y perfeccionada, creando estándares imposibles en la industria musical.
La música cristiana, antes de Housefires, se tambaleaba en un territorio peligroso, sonando más a un producto que a una verdadera adoración y aparentemente olvidando cuál era el punto: no glorificarnos a nosotros mismos sino glorificar a Dios.
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Housefires comenzó en salas de estar, donde creció hasta incluir a más y más personas. Pero el nombre llegó a significar algo más. Blake Wiggins compartió: “También fue una especie de oración: que las canciones pudieran ‘encender’ algo en otras comunidades como lo hicieron al principio.”
Moore añadió: “Iniciar un ‘housefire’ (un fuego en el hogar) se trata de ver cada parte de tu vida encendida con la presencia de Dios: lo ordinario y lo espectacular. Tanto los momentos altos como los bajos. Tu familia, tu comunidad, tu hogar, tu vocación, toda tu vida consumida con el amor ardiente de Jesús.”
Housefires ha ayudado a encender un aumento en grupos de música cristiana que lideran la carga en la adoración cruda y abierta.
Maverick City Music de manera similar graba poderosas actuaciones en vivo como “Promises”, y Elevation Worship ofrece canciones más alegres como “Praise the Lord”.
Housefires demuestra que todo lo que hacemos es más grande cuando es auténtico, y cuando se hace con Dios.
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