The Anxious Generation, del autor Jonathan Haidt, recomienda a los padres seguir estas cuatro pautas para frenar el uso de teléfonos inteligentes.
1. No smartphones antes de los 14 años.
“Puedes darles un teléfono básico… para que puedas enviarles mensajes de texto, ellos puedan enviarte mensajes de texto, llamar si lo necesitan”, Haidt explicó en una entrevista reciente con The Wall Street Journal. “Pero no le das a un niño internet en el bolsillo, donde extraños pueden contactarlos y ellos pueden ver videos de decapitaciones”.
2. No permitir el uso de redes sociales hasta los 16 años.
“Los jóvenes de dieciocho años dicen esto”, Haidt dijo. “Desean que esto no existiera, porque están estancados, están atrapados en ello. Entonces, ¿qué tal si lo retrasamos hasta los 16?”
La pubertad es un momento vulnerable, y puede ser perjudicial para los niños pasar por eso mientras están expuestos a las redes sociales.
3. Ayudar a crear escuelas sin teléfonos
“Para aquellos de ustedes que fueron a la escuela antes de internet, imaginen que la escuela tuviera una nueva regla: pueden traer su televisor de casa… sus walkie talkies… su tocadiscos. Pónganlo todo en su escritorio, les daremos una toma de corriente”.
“Y pueden hacer eso durante la clase mientras el maestro está hablando”, añadió.
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El autor cree que es una locura que las escuelas hayan permitido que se lleven teléfonos a ellas.
4. Dar a los niños más independencia, juego libre y responsabilidad en el mundo real.
“Justo como teníamos antes de los años 90”, Haidt dijo, fomentando la recreación al aire libre y las actividades conscientes.
“Hay mucho más que hacer, y el verano es un gran momento para hacer cambios: una desintoxicación tecnológica, más tiempo al aire libre, más juego libre, más viajes y experiencias de la vida real”, escribió.
Un estudio reciente de GWI encontró que incluso los niños saben que el uso excesivo de teléfonos inteligentes es malo para ellos, y la conciencia está creciendo. El número de niños de 12 a 15 años que toman descansos de pantalla aumentó un 18% desde 2022.
“Vemos pruebas de esto en otras encuestas: los niños son plenamente conscientes de lo malos que son los teléfonos inteligentes y las redes sociales para ellos”, Haidt dijo sobre el estudio. “En su mayoría se quedan porque todos los demás están conectados”.
Haidt escribió su libro y creó estas pautas para fomentar la acción colectiva. Él dice que la acción colectiva es lo que impulsa el estado actual del uso de teléfonos, y lo único que lo detendrá es que todos se pongan de acuerdo y se den cuenta de que el uso de teléfonos inteligentes es perjudicial para los niños.
Así que, si eres padre, considera darle a tu hijo un teléfono básico en lugar de un smartphone; esa es la decisión inteligente.
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