Como exconvicto, Jelly Roll no tiene permitido poseer un arma de fuego nuevamente en su vida, pero ahora está alzando la voz.
“Mi objetivo es que quiero acercarme a la legislación eventualmente y decir: ‘Oye, si no hay otra cosa, me gustaría mi derecho a cazar'”, Jelly Roll le dijo a JOE ROGAN en el podcast de ROGAN recientemente. “Ha hecho mucho por mi salud mental. Ha hecho mucho por mi salud física.”
El cantante de “Save Me” aprendió a cazar de adolescente en la granja de su tío.
“Tenía un tío rico cuando era niño. Iba a su granja, y fue el primer lugar donde disparé un arma, y salíamos a cazar codornices”, recordó.
Jelly Roll ahora tiene su propia granja de 500 acres en TENNESSEE.
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“Esto es una pendiente resbaladiza para mí. Estoy en camino de recibir un indulto este año”, dijo. “Mi documentación ha sido enviada a mi gobernador, y él considera los indultos cada diciembre. Así que, todos los días, estoy un poco rezando.”
Aunque el gobernador de TENNESSEE, BILL LEE, le concediera un indulto a Jelly Roll, TENNESSEE no permite el perdón para delincuentes violentos.
“Así que, sería indultado, pero no sería exonerado. Los cargos no desaparecen por completo”, dijo.
“Quiero ser una inspiración para las personas que ahora están donde yo solía estar, para hacerles saber que el cambio es verdaderamente posible”, le dijo Jelly Roll a LEE a principios de este año. “Una de las razones por las que pido su recomendación para este indulto es porque busco llevar mi mensaje de redención a través del poder de la música y la fe al resto del mundo.”
Hizo hincapié en que debe haber alguna forma para que los exconvictos se rediman.
“Quiero ir a ellos y decirles: ‘Mira, entiendo si alguna vez has violado o matado a alguien, pero creo que cada… debería… debería haber algún camino hacia la redención.’ Incluso si lleva 30 años”, dijo Jelly Roll.
Jelly Roll estuvo en la cárcel 40 veces en su vida. La primera vez fue cuando tenía 14 años. A los 16, fue acusado de robo agravado y posesión con intención de vender, y fue acusado como adulto.
“No había dado mi último estirón. Fui acusado como adulto años antes de poder comprar una cerveza, alquilar un apartamento, conseguir un paquete de cigarrillos”, le dijo BILLBOARD. “Siento que el sistema de justicia en ese momento me encauzó en mi único camino preestablecido.”
Señala que también se sentiría más seguro si pudiera poseer un arma de fuego letal.
“Gasto un millón de dólares más al año en seguridad. Reduciría esa factura a la mitad mañana mismo si tuviera el derecho a portar”, dijo Jelly Roll.
Hay numerosas formas de cazar. Así que, si Jelly Roll no encuentra el perdón, esperemos que pueda optar por la ballesta u otra herramienta para ayudarlo con su salud.
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