El artista cristiano Ben Fuller vivió una vida de pecado antes de que una simple invitación a cenar “cambiara” su vida.
“Me mudé de Nashville por mi propia cuenta, mi propia fuerza, mis propias cosas. Me estaba muriendo de hambre. Me había quedado sin gasolina. Vivía en un apartamento en el que no quería vivir, y… mi mundo se estaba desmoronando. Estaba bebiendo demasiado”, Fuller dijo a Kaelii Williams de MOVIEGUIDE®. “Y de repente, me invitaron a la iglesia en Franklin, Tennessee, en el otoño de 2019, una familia de Vermont que Dios movió antes de que yo llegara allí —una familia de siete, esta hermosa familia, la familia Davenport— y me dijeron: ‘Ben Fuller, ¿quieres venir a cenar con nosotros?’ Fue una cena que me salvó la vida, así la llamo”.
“Y al final de la cena, me preguntaron si iría a la iglesia con ellos”, continuó. “Y a la mañana siguiente —era un domingo por la mañana— fuimos a la Church of the City en Franklin, y entré, y escuché la música, y escuché el nombre de Jesús como salvador, no como una palabrota. Y como un hombre que vivió 14 años en adicción secreta, fue como, hay libertad aquí, puedo invocar Su nombre y pedirle que entre en mi corazón, y hay libertad. Y así lo hice”.
“Y así, en el transcurso de dos meses, 20 cervezas por noche se convirtieron en ninguna cerveza por noche. Y luego mi lenguaje y acostarme con cualquiera y todas las cosas de las que me sentía culpable, todas estas cosas, Él [Dios] me dijo: elimina todo esto y hazme la prioridad. Y entonces yo dije: ‘Está bien, Jesús, solo te serviré y trabajaré para ti y te amaré y te honraré con todo'”, recordó Fuller.
Hoy, él crea música que habla honestamente sobre el evangelio y la libertad que se encuentra en Cristo.
Su segundo álbum, Walk Through Fire, debutó a principios del mes pasado, y espera que ayude a la gente a descubrir un propósito en el dolor.
“He pasado por mucho en mi vida”, Ben Fuller dijo a REEL FAITH. “Muchos de nosotros hemos pasado por cosas muy, muy difíciles que son casi imposibles de superar. Darse cuenta de que Él estaba con nosotros en el fuego, que caminó a nuestro lado a través de todo, es increíble”.
Una de las canciones, “If It Was Up To Me”, cuenta con la artista ganadora de un GRAMMY, Carrie Underwood.
“Si dependiera de mí, me perdería bendición tras bendición, nunca sabría lo bueno que es Dios y nunca experimentaría la verdadera libertad”, Fuller escribió en las redes sociales. “Estoy muy agradecido de que @carrieunderwood haya prestado su voz a esta canción. Jesús ha cambiado mi vida y Él también puede cambiar la tuya”.
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Ben Fuller estuvo una vez muerto en su pecado, pero gracias a una simple invitación a cenar, escuchó el Evangelio y ha dedicado toda su vida a compartir a Cristo con los demás.
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