Todos probablemente podemos identificarnos con la estrella de los New York Knicks, Trey Jemison, por “no sentirse lo suficientemente digno” para aquello a lo que Dios lo ha llamado.
“En este punto, he hecho alrededor de 54 videos de estudio bíblico, y estaba reflexionando al respecto: ‘¿Cuántas veces he querido realmente dejar de hacer los videos bíblicos?’ Para ser honesto contigo, probablemente 54 veces”, admitió Jemison en Instagram recientemente. “No porque no quisiera mostrarme para Dios, no porque tenga una palabra, sino porque no me sentía lo suficientemente digno. Me sentía como un hipócrita. Pensé: ‘Yo, tengo todos estos defectos, todos estos errores. ¿Cómo puedo salir en este video y hablar de Jesús y hablar de la Palabra de Dios?'”
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Jemison luego leyó Mateo 5:13-16, que dice:
Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se le devolverá? Ya no sirve para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede esconderse. Nadie enciende una lámpara y la pone debajo de una canasta, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Así también, que la luz de ustedes alumbre delante de los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.
El pívot de los Knicks explicó que a través de sus “defectos” y “deficiencias”, puede hacer brillar la luz de Dios. Todos podemos hacer lo mismo.
“Pero en mis defectos, en mis deficiencias, en mis fracasos, es donde la gente verá al humano en mí”, reflexionó. “Nunca he querido decir: ‘Oye, lo tengo todo resuelto. Soy todo santo. Soy perfecto. He cometido mis errores. Tengo suficiente experiencia para ir por el mundo y volver’.”
“Pero Dios me ha dado gracia, así que estoy en esta posición de hacer estudios bíblicos, no porque profese que soy Jesús o algo así, sino como si fuera un joven buscando a Dios, tratando de acercarme más a Dios”, explicó. “Solo quiero decirle a alguien que me escuche, que esté tratando de iniciar su camino de fe, que no tienes que ser perfecto. No hay ninguna parte en el cristianismo donde diga que tienes que ser perfecto. El objetivo es ser más como Cristo. Te quedarás corto todos los días. Pero el siguiente objetivo es levantarse y seguir intentándolo, porque nadie es perfecto.”
Este recordatorio hace eco de la verdad que el Apóstol Pablo dijo en 2 Corintios 12:9: “Pero Él me dijo: ‘Mi gracia es suficiente para ti, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo repose sobre mí.”
Tomemos a pecho el recordatorio de Jemison y confiemos en que Dios usará incluso nuestros defectos para Su gloria.
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