Madison Prewett Troutt puede ser conocida por su papel en THE BACHELOR, pero desea algo más profundo: seguir las convicciones que Dios le ha dado.
“Miro hacia atrás a quien era hace cuatro o cinco años, y ni siquiera la reconozco”, dijo a Relevant Magazine en una entrevista reciente, reflexionando sobre su transformación espiritual. “Cada día que viajas con el Espíritu Santo es una oportunidad para ver cuánto lo necesitas.”
Troutt atribuye su crecimiento a su comunidad eclesiástica en Waco, Texas, de la cual forma parte con su esposo.
“Esas personas tuvieron acceso total a nuestra vida”, dijo. “Tuvieron permiso para llamarnos a un nivel superior.”
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Troutt se da cuenta de que tener personas que te refinan y te llaman a un nivel superior es un concepto bíblico, uno que no toma a la ligera.
“Se habla en Primera de Pedro de que si tu don es enseñar, hazlo como quien habla las palabras mismas de Dios”, dijo. “Quiero que eso sea cierto ya sea que esté en un escenario o hablando con un amigo.”
La escritura a la que se refiere es 1 Pedro 4:10-11, que dice: “Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas. Si alguno habla, hágalo como quien expresa los oráculos de Dios; si alguno presta algún servicio, hágalo como quien tiene las fuerzas que Dios le da, para que en todo sea Dios glorificado por medio de Jesucristo. A él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.”
En una publicación reciente en Instagram, Troutt compartió más sobre la importancia de seguir las convicciones que Dios pone en nuestros corazones.
“Vivimos en un mundo que nos dice que ‘sigamos nuestro corazón’, ‘persigamos lo que se siente bien’ y ‘hagamos lo que nos haga felices’. Pero aquí está la cuestión. Cuando vivimos para nosotros mismos, en realidad no terminamos siendo libres”, explicó. “Terminamos cansados, esforzándonos y aún buscando algo más. Porque la verdad es… vivir para uno mismo te esclaviza.”
Añadió que “Cuanto más intentas llenar tu corazón con tus propios deseos, más vacío empieza a sentirse. Pero Jesús ofrece algo más. Él no dice: ‘Síguete a ti mismo’. Él dice: ‘Sígueme’. La verdadera libertad no se encuentra en hacer lo que queramos. Se encuentra en entregarle todo a Aquel que nos hizo. Aquel que sabe lo que nuestros corazones realmente necesitan. Si has estado sintiendo la tensión entre lo que dice el mundo y lo que dice Dios, este es tu recordatorio: solo la Verdad te hace libre.”
Al igual que Troutt, todos deberíamos seguir las convicciones que Dios pone en nuestros corazones.
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