Los actores de HONEY, I SHRUNK THE KIDS Thomas Brown, Amy O’Neil y Jared Rushton revisitaron una pieza muy especial del set de la clásica película de los 80: la cabeza de la hormiga animatrónica gigante.
La pieza, ahora solo un caparazón de lo que solía ser, asombró a los miembros del elenco y trajo recuerdos sentimentales.
“Ha visto mejores días”, Dan Lanigan, CEO de Cinema Relics, se rió mientras se acercaban al objeto.
“¡Oh, Dios mío…!”, exclamó Brown.
“No lo encontré yo. Fue recuperado por el archivo de Disney”, explicó Lanigan. “Ha sufrido muchos daños a lo largo de los años. Esto es todo lo que queda”.
Continuó: “Es una pieza importante. Es un ejemplo de cómo se hacían las cosas en los 80, y ahora algo así se habría hecho con una gran mancha verde y CGI encima”.
Rushton dijo: “Era tan realista entonces. Es un poco raro ver los huesos”.
Brown añadió: “La cosa era enorme, quiero decir, era de buen tamaño, era del tamaño… básicamente del tamaño de un caballo o un alce”.
O’Neil habló sobre cómo, en la película, el personaje de Rushton tenía una conexión profunda con la hormiga.
“Fue un gran punto de inflexión para su personaje, mostrando la humanidad de un niño”, dijo.
“Fue una película sincera y de buen corazón, así que es algo con lo que estoy feliz de estar asociado. Creo que todos lo estamos”, concluyó Rushton.
Peter Zamora, quien ayudó con la hormiga de tamaño más grande que la vida en el set, previamente habló sobre cómo funcionaba.
“La hormiga [títere] es manejada principalmente por cable”, explicó. “Aparte de eso, tenemos la pieza de la boca… que es de control remoto. Los ojos mismos se mueven por control remoto, y las patas funcionan con títeres como marionetas. Así que se necesitan entre 7 y 12 personas para hacer funcionar la hormiga. Pero cualquier movimiento de brazo que haga el operador del brazo puede ser repetido por la hormiga… [Antie] básicamente puede hacer cualquier cosa”.
HONEY, I SHRUNK THE KIDS se estrenó en 1989 y fue la primera de tres películas de la franquicia, que también incluyó HONEY, I BLEW UP THE KID y HONEY, WE SHRUNK OURSELVES.
Movieguide® revisó la segunda película de la serie. La reseña dice: “Después de encoger inadvertidamente a sus hijos con un rayo de partículas en 1989, el inventor loco Wayne Szalinski está en ello de nuevo. Esta vez, el bebé de Wayne, Adam, se pasea frente a su último experimento: un rayo de agrandamiento. Confrontado por su esposa, Wayne admite: ‘HONEY, I BLEW UP THE KID'”.
La película fue calificada +4 por Movieguide® por ser una “película conmovedora y extremadamente pro-familia”.
Es maravilloso que películas familiares como HONEY, I SHRUNK THE KIDS sigan viviendo hoy
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