El actor Chad Michael Murray sabe que Dios puede cambiar las peores situaciones y usarlas para nuestro bien.
Mientras estaba en el podcast “Great Company With Jamie Laing”, Murray reveló que su carrera comenzó literalmente en su lecho de muerte.
“Estuve hospitalizado durante dos meses y medio”, compartió. “Fue mucho. Tuvimos cirugía. Tuve hemorragia interna, perdí el 50% de mi sangre. Estaba en mi lecho de muerte”.
A los 15 años, fue hospitalizado por graves complicaciones después de que se le torcieran los intestinos, y la situación era tan grave que su familia creyó que iba a morir.
“Solo recuerdo ver a mi padre, lo más débil que lo había visto nunca, y a un sacerdote al final de mi cama, y estaban hablando de los últimos ritos y todo eso y me hicieron una transfusión de sangre para salvarme la vida. Me salvó la vida”.
Añadió: “Mis órganos se apagaron porque tienes sangre coagulada alrededor de ellos y tienen que esperar… Así que, de todos modos, tuve que someterme a una segunda cirugía para limpiar todo”.
Mientras se recuperaba, Alana, una de las enfermeras que cuidó a Murray, le dijo que tenía conexiones en la industria del entretenimiento.
“Alana me dice: ‘Dios mío, deberías ser modelo’”, recordó Murray. “Yo le dije: ‘No quiero ser modelo. Quiero ser actor. Me encanta el cine y la televisión. Quiero dar este regalo a otras personas’. Y ella me dice: ‘Bueno, puedes pasar del modelaje a la actuación. Mira, cuando salgas, te pondré en contacto con esta compañía de modelos que conozco’. Y lo dijo en serio”.
Pero Murray tuvo que recuperarse primero. Perdió tanto peso por estar tan enfermo que estaba irreconocible.
“Salí. Pasé de, como, 180 a 118 libras”, dijo. “Era un esqueleto cuando salí, fue lo más aterrador de mi vida. Recuerdo verme en el espejo la primera vez y decir: ‘¿Quién es ese?’ Lloré. No podía creer que estuviera mirando a ese tipo”.
Aunque fue un momento muy difícil, sentó las bases para el resto de su vida, y su fe.
“Comencé mi relación con Dios”, dijo Murray, “y mi relación con mi padre se volvió muy cercana, porque mi papá, criando a cinco hijos por su cuenta, venía al hospital todos los días y pasó innumerables noches conmigo”.
Esa experiencia lo encaminó para convertirse en actor, y su carrera incluye proyectos como ONE TREE HILL y FREAKY FRIDAY. Más recientemente, protagonizó la secuela FREAKIER FRIDAY junto a Lindsey Lohan y Jamie Lee Curtis.
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Murray también es esposo y padre de tres hijos, cuyos nombres mantiene en privado. Su hijo mayor nació en 2015 y su hija menor llegó en 2023.
En una entrevista el mes pasado con Parade, el actor reveló cómo reaccionaron sus hijos al ver FREAKY FRIDAY por primera vez.
“Vimos la primera justo antes de que yo comenzara a filmar, para poder decir: ‘Hola, chicos, esto es lo que papá va a hacer. Esta es una historia que voy a contar’”, explicó. “Y solo los recordaba riendo a carcajadas con la película y diciendo: ‘Papá, ¿qué estás haciendo? ¿Por qué haces eso? ¿Por qué haces esto?’”.
La historia de Murray es un ejemplo de cómo Dios puede tomar una situación trágica y hacer algo hermoso. Isaías 61:3 dice que Dios da “corona de hermosura en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, y manto de alegría en lugar de espíritu angustiado”.
Su testimonio es un gran ejemplo de que Dios hace exactamente eso.
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